Creo en la necesidad de las palabras que esculpo maquinalmente.
creo que aunque suene repetitivo, citaré a Francisca Valenzuela: en un momento creía que eras la muleta que necesitaba, ahora de cualquier modo me fuí al exterior, ese exterior perfecto que trato vivir.
tu sabes que yo no soy dulce, mejor que nadie, mejor que ninguno, talvez no tanto como uno, pero lo sabes y me alegro, me conoces te conozco, puntos suspensivos y final de obra teatral.
recuerdame como la bruja amargada, que no coqueteaba cuando se necesitaba, lamento ser racional hombre, pero nietzche me enseñó, la vida empírica que baja cada día, me muestra que hay que omitir para agregar, que hay que pensar para ganar, que hay que acercar para apartar, sabemos racionalizar, la retórica es madre de los pensamientos y creo firmemente que la solución a todo esto, es una conversación seria, y saber que el pasado es pasado, y lo que pasó, queda como eso, como una hoja que hay que dar vuelta.
Valoro las cosas, no lo niego, pero en este momento estoy muy dopada para poder pensar con claridad.
3 comentarios:
creo que luego lo responderé
creo que es muy tarde para responder...
Esta muy bueno lo que escribió, piense que no todos necesitamos muletas..
Por cierto, su blog me parecio muy interesante, ya pertenece a mis favoritos!
Saludos,
Orlando.
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