Asignaciones.

Derramando monotonía a esta estancia citadina, no puedo negar que no me agradaba sentir la brisa marina no salpicada con aroma a flaite, puedo parecer clasista, soy clasista y no me desagrada serlo. sorprendentemente no estoy dopada, y pienso con poca claridad, las cosas se asimilan en nuestros cuerpos queridos, y ya nada es suficiente.
que asignaciones hago a cada persona, creo saber cual calza con cada uno, pero siempre hay algo inconcluso, algo que me saca de estos limites que conforman mi estructura, que ya no tiene tantas bases como en sus inicios, hay un ente, un ser, un algo, un alguien que hace que todo se confunda , todo se confunda todo el tiempo, y como alguien sabiamente dijo " todo se trasforma", todo lo hace menos el, el es permanente y perpetuo, y el no es estacionario, no es de dias especificos ni de canciones repetidoas, no es de frases ni libros trillados, no es de melodias suaves ni complejas, el me gustaría que ganase en todo este juego que maquino verbalmente, psicologicamente, porque ya nada es concreto, y mi indiferencia , mi ironía, mi frialdad, se va al suelo, y todas las fotografias que empapelan mis cuatro paredes, las propias, son todas tan observadoras, que parece una ecena de amelie, y sus ojos me miran inquisitivamente, me juzgan y me hacen ceer que nunca deje de estar, en ese estado de estupidez maxima, de estupidez aceptada, y corre rapidamente este año, que nos presentara un final definido por puntos, puntos mas puntos menos necesito por lo bajo siete centenas, y esas centenas llegarán, por ahora tomaré mi camará, y me iré a esas ruinas que son tan cercanas a mi casa, que llega a ser romantico, y digno de la elavoracion de cortometrajes.
Tanto asi que leo café cortado, y un cuento que se llama blues
( y no, no son a un mal día)