Reproduce automáticamente las canciones de mi vida, que va, las palabras ya fueron dichas, causan menos efecto que helado en la ventana al medio día. Así van las cosas por estos brazos, estas piernas, este odio personal columpiandose en la luna menguante de las veintidos con veintiseis. Sube la jirafa, homogénea en totalidad a la cuspide de tu cabeza ardiente, vamos a teñirnos los cabellos con mezcla de sulfuros y lágrimas de tritones, pues, valla que se escribe bien cuando el alma sufre. Así danzan los árboles. Mi vecino se saca un moco, lo sumerje en su trago azúl de imbecilidades. ella lo mira. Espera respuesta, que va, no las dará. con su trago gris se ira a los confines de su mente, que esta en alto, ella está en alto, arriba, HIGH, que ni el helio llega hacia sus pulmones.
Dejenme gritar imbéciles, dejenme sacar cada trozo de mi alma, dejenme sangrar la pena, dejenme llorar entre rocas.
El epitafio será increible.