26 de enero de 2011

Lo difícil

Es ver que a cada paso que doy parece que todo se desmorona, que en cada momento que hablo, escribo, sonrío, lloro, pienso o respiro, algo se conjuga para hacer que me golpee contra el suelo.
Y aquí, me sigo sintiendo imbécil, me sigo sintiendo vacía, me sigo sintiendo a la deriva.
Al final, cada cosa que hago, le termina pareciendo mal, rudo o triste a ese señor que me roba el sueño, y eso, me destruye más que todo lo anterior.

1 comentario:

Lina. dijo...

Hay veces que hagas lo que hagas terminas 100 metros bajo tierra... el nuedo en la garganta es innevitable y lo único que quieres es llorar...aunque sabes que eso no va a resolver realmente nada, porque cuando acabes te seguirás sintiendo idiota...y esta vez llorar simplemente te hace ser más idiota aún :/