28 de febrero de 2011

Vuelvo, amor vuelvo

que los segundos se vuelven minutos y los minutos horas, que los tendones vuelan y crecen delante de las mariposas, estas miran deseando pasar desapercibidas ante tal demostración de belleza, que las mujeres mueven sus cabelleras, haciendo naufragar esos barcos donde acaso existirá el amor entre agua y tierra, y la vida que va haciendo todo más engorroso.

Que las hojas que se mecen al viento soplan que ya no quieren crujir más, entre los motores de las piernas de un niño ciego van danzando y riéndose como pequeñas que son y todo se vuelve más francés.

me niego al abandono del lugar común a la hora de expulsar y direccionar a la nada esta totalidad infinita.

26 de febrero de 2011

Y es extraño volver a retomar estas líneas pasado tanto tiempo... como si fuesen siglos.
Era como encontrarse con el Aleph, la esencia tridimensional de las cosas, el espacio más allá del espacio, la palabra más compleja que la realmente dicha, y ahora, cuando veo que las cosas se cierran y se vuelven imperfectamente perfectas, logro percibir que la palabra no dicha aún puede consistir en el arma más poderosa y que las miradas, sí señores, esas miradas de costado pueden explotar en un montón de palabras, sensaciones, consejos y en ese vomito de ideas y de caricias y de golpes y de una negrura colorífica, podremos encontrar paz.

6 de febrero de 2011