apagó la computadora, cerró las cortinas, debía cambiarlas, ya estaban hechas pedazos, igual que ella.
miró lo que había sobre la cama, eligió lo mejor, se deslizo al baño, sus pies sentían lo frío de la baldosa, las piedrecillas del suelo, el polvo juntado por semanas, encendio la luz, el espejo le devolvio una imagen enternecedora, ¿era acaso ella, fiel reflejo de lo que veía?, tomó el labial, las diez once minutos, ¿rojo o guinda?, diez treinta y cinco minutos, rojo, definitivamente rojo, como la imagén del che que habia visto en la casa de ese revolucionario alguna noche atraz, suficiente sombra de ojos, un poco de azul un poco de carmín, se entubó las medias, esas que eran capaces de atrapar a cualquiera, como al general la noche anterior, la falda suficientemente corta, pero no como la usaba el rasquerio. no, ella no haría eso, suficiente era el charol. tacos kilometricos, polerita chiquitita, bien apretada, bien para la guerra, el cabello con extensiones caía sin culpa sobre su pecho
¿'era acaso ella fiel reflejo de lo que veia?, ya que más da, ella estaba de caza, ella iba a la guerra
depronto en oriente, una princesa despertó, no podía estar soñando se dijo, menos con putas.
1 comentario:
En este momento (0.08), esa escena debe estar repitiéndose unos buenos cientos de veces en nuestro entorno.
Claro, supongo que ellas no miran tan lejos...sólo saben lo que hacen y por qué, no se detienen a pensar en su reflejo (habrá excepciones). Yyy antes de ponerme rebuscado aquí corto mi reflexión.
Si yo soñara eso tendría que ir al siquiatra jajaja
Mañana no voy a estar tan cansado, el silencio es esporádico nada más.
Todo mi apoyo moral para tu odisea de mañana.
Un abrazo agotadísimo pero no con menos intención :)
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