Mientras algunos individuos sufren bien, yo surfeo bien, así se dan las cosas por este lado del planeta-hemisferio-ciudad-comuna-casa-pieza. A veces cuando los pétalos, aún más finos que la rosa que se seca en mi ventana dejan el toque ingles, las ninfas lloran, si ellas son lloronas, se encierran en su jodida negrura existencial.
De paso vamos, con sombrero y tacones, de paso iremos, cantando las canciones de nuestra infancia, de paso iremos, creyendo mentiras de la iglesia, de paso iremos, extrañando, de paso iremos saltando lo monocromático de los días, de paso iremos tejiendo largos ponchos, trenzandonos los cabellos. De paso iremos, de paso vamos, tal como las estrellas, enormes gases del cielo, ¿ alguien será capaz de darle un gran omeprazol al celéste para que así se extingan todas? Sí, a veces salgo del parametro normal de las señoritas, esas que creen que todo es rosa, se pintan las uñas, bocas carmínes, coquetería ( bueno si a veces) y vamosnos al planeta Starbucks.
¿Ustedes piensan que voy a creer todo eso, así no más tan simple? la ilusión no llega a ser estupidez aún, ustedes hagan lo que consideren mejor, pero, no llenen este terrón de azúcar de buitres.
Las fotografías de mi vida me han hecho ver muchas cosas, unas mejores que otras, no todo es en sepia, no todo es negro o blanco, de hecho somos de amarillo y gris, tal como cierta melodía, no quiero mezclar las cosas, debemos hacer una cosa a la vez. de paso de paso, pasito a pasito.
con todas las cosas en la espalda, aún así, paso a pasito., sin aire marino ni de montaña, ni de campo y a veces, ni siquiera citadino.
1 comentario:
Con un tatuaje en la espalda.
Con azucar en mi te de la mañana.
Con abrigo en la chomba de la tarde.
Con cariño del autor de pasajero.
Entre la ciudad y el mar (no precisamente en la arena)
éxito.
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