26 de agosto de 2009

Capturando al diablo.

Son dos opciones que barajo, la primavera me ama y me saluda, o me quieren ver muerta, tres mariposas amarillas en menos de una cuadra, eran tres sintomas del posible descenlace. Para mi bien ( o mi mal), ninguna cosa sucedió, ni si quiera comenzó, el perdón no le llega a los necios, menos a los que creen que no merecen perdon alguno, o los que creen que las violonchinas de ese de la vega, atacan y nutren sus cerebros con hilos de finos pensamientos conjugados a la amanecida del día posterior a navidad.

Camina querido, que ya no tenemos tiempo, que se nos acaban los minutos seguidos por las horas, el tiempo colecciona odios y amoríos, el tiempo nunca fué tan distinto, tan ideal, tan propicio, a veces la vida nos pone juegos mentales que superan las espectativas hasta de los divinos, que andan de juerga con las ninfas ( aqui no tiene corazón, nadie lo tiene) .

Era como enfrentarse a esos monstruos del pasado, solo que estos venían impresos con letras borgoña, era como emanciparse de los juegos y risas, era como elevarse químicamente en un tiempo antiquisimo, era la maldicion no dicha por la boca de la princesa que no tenía piernas perfectas de todos modos.

Era como seguir en un torbellino de mente, en un azaroso devenir, un mar de lágrimas dulces,
un silencio de años con aroma a té inglés.

Una salida a esta polvadera.

1 comentario:

madafacka dijo...

La primavera es la raja...a todos nos quiere, aunque a mí me recibe con una rica alergia al polen pero igual supongo que me siento feliz en esa época del año.

No habría gracia si los jugos mentales no existieran, pero de repente aburren. Que no aparezcan ahora cuando hay cosas más importantes que hacer.

Agosto es el mes maldito. Siempre se levantan polvaredas pero en septiembre el mismo viento que hace volar a los volantines las hace desaparecer.

Sólo es cosa de tiempo.

Abrazos.