26 de noviembre de 2010

Me los PASEO

Si me siento aquí, entre la ventana y mis recuerdos, es probable que desee que todo se quede tal como está.
La disposición anímica al cambio nunca fue ni será tan fuerte como hoy a las 9:57 am.
Yo jurándome somnolienta mientras los pensamientos, llenos de color, se arremolinan en la cabeza formando un simple no-color negro.
Y definitivamente no anhelo los colores apagados, y tal como dijo esa persona de importancia: es mucho mejor columpiarse en arcoíris ( mientras estés dispuesto a forjarlos para mí).

Y sí, creo fervorosamente que todos alguna vez hemos querido desaparecer del mapa, la posibilidad es inmediata, ¿cómo? fácil, cierra los ojos y olvídate de la gente.

Que las respiraciones permanentes que le has venido a dar a mi mundo hacen que todo sea mejor, que dentro de lo negro se encuentra una mixtura de colores, esos colores que conforman mi mundo.
Que a veces y sólo a veces estaré dispuesta a abrir la boca y comenzar a recitar una a una mis tristezas no tan grandes.

Después de lo anteriormente dicho me iré a comer una manzana.

25 de noviembre de 2010

A veces lo único necesario para hacer que esta cosa llamada corazón-alma se troce un poco más son unas cuantas palabras.
Y así es como una de esas perlas salinas caen por mi mejilla.

14 de noviembre de 2010

picota

Me encanta escribir cochinás que nadie lee.
Amo mirar a las estrellas y buscarles imperfecciones.
Odio que la gente sea desconsiderada. Sí, a ti te digo, yo preocupandome por ti y tú diciendo que fue una equivocación telefónica. En volá ni lo lees. Me piqué.

11 de noviembre de 2010

Cuanto Sabe Roxana

- Estoy muerto de sueño
- Es la pena. Cuando uno tiene pena y no sabe cómo llorar, le da sueño.
- ¿ Sí?
- Llevo una vida entera bostezando. Créeme.

(Tinta Roja, Alberto Fuguet)

8 de noviembre de 2010

era

Parafrasear mis sueños y que estos sean tirados por la borda es como cortarle las alas al gorrión.

Era la sinopsis maravillosa

La esencia dulzona de nuestras miradas.

Era jueves, tenía que ser martes

Los cielos no mienten en situaciones así.

Era la caída inminente a los pensamientos

Las emociones desprevenidas y desnudas por caridad.

Era la rueda giratoria de todo lo que alguna vez llamamos vida.

La banca que me sostuvo ayer, hoy está hecha nada.

Era la emoción contradictoria de la realidad tristeza y la actualísima felicidad.

Era la opción que se tomaba, esa de derrochar las lagrimas, esa de aniquilar mis sueños.

7 de noviembre de 2010

Yo no le tengo miedo al silencio, ni a noviembre, ni a mis hormonas. No le tengo miedo al viento ni a la lluvia. No le tengo miedo a las palabras ni a los murmullos. No le tengo miedo a los hombres ni a las mujeres. No le temo al destino, no le temo a los medicamentos, no le temo a las mayorías, no le temo a los geranios.

Muero de a poco y me aterran las arañas, me aterran los cuchillos y las tijeras, me aterran mis uñas y mis caderas, me aterra mirar a los ojos y encontrar verdades no deseadas, me aterra el devenir mental en el que suelo navegar. Le temo a tu pasado, le temo a mis tres tiempos elementales. Le temo a las cejas que se alzan a mirar ciertas anatomías. Le temo al llanto que no puedo retener, le temo a mis palabras y mis esquemas que de a poco se desmoronan. Le temo al verano, tengo terror de mi ser físico. Le temo a la sensación de inestabilidad terranea, esa que de hace días puja por llevarme arriba ( o abajo). Le temo al temor, le temo a la incertidumbre, le temo a las vueltas y tormentas mentales, esas que ya mencioné, esas que me hacen temer.

2 de noviembre de 2010

A veces nos corresponde ser volátiles y etéreos.

1 de noviembre de 2010

10:04

A la gente le aburre la tragedia griega en su máxima expresión y yo voy ahí volando y desprestigiando los días y las horas que me dan unas cuantas caras largas. Que uno vaya y permute la monotonía por pétalos de tulipanes sería la actitud más bella e insensata del mundo. Dentro de todos los deseos y este periodo onírico inenentendible, quedamos un poco más arriba de lo normal.

No es que yo vuele creyéndome algún ser alado. No. Es que simplemente la lectura y escritura telegráfica es lo que más nos acomoda en estos días. Considera que mecanizaron mi escritura y la volvieron un poco más terrena, más unidireccional, más apta para la generación completa.

Que las cosas caigan de a poco en esta parte del mundo me hace pensar que " todo va lento, todo va bien" si lo apresuras no podré alcanzarlas todas y el correr en estos días me parece algo un poco más que insensato.

La extensión de esto cada vez se reduce un poco más, como mis aguas. No sé bien lo que estoy diciendo, no se bien lo que canto, tarareo o bailo. Serás aquella sombra entre la luminosidad completa y esperada en mis días. La cobija entre tanta duda existencial y tanto proceso mental divergente y menguante. La lluvia en la aridez de mi clima que se esforzaba por ser racional.

Alguna vez dije al carajo con todo esto. Hoy lo reafirmo. La preocupación mundana y superficial no me permite deslizarme con la naturalidad que quisiera. Me hace tropezar de una y mil formas frente a hechos que no me importan.

Me iré a tomar un café y así comienza mi delirio matutino.